Por fin hemos conocido al bebé de Meghan Markle y el príncipe Harry. Y son muchas cosas las que han llamado la atención sobre el nuevo miembro de la familia real británica.
Os desvelamos todos los misterios acerca del pequeño y su presentación en sociedad. Y os adelantamos que a la reina Isabel le ha gustado bastante poco el nombre que han elegido los papás.
La curiosa presentación en sociedad
Los duques de Sussex siguen dejando claro que quieren hacer las cosas a su manera. Ha sido el propio príncipe Harry el que anunció el nacimiento de su hijo, algo que no suele ser así.
Tampoco hemos visto a la pareja posando a las puertas del hospital, sino que lo han hecho varios días después en el Palacio de Buckingham. Ni siquiera hemos sabido a ciencia cierta en qué clínica ha nacido el bebé de Meghan Markle y Harry.
Por primera vez también, era el padre y no la madre quien sujetaba al recién nacido en brazos. Y por último, el look de ella ha llamado mucho la atención. Porque lejos de elegir un vestido ancho que disimulara su figura, Meghan optó por uno tipo gabardina, con cinturón, que acentuaba su tripa.
Un nombre que no ha gustado nada a la reina
Los padres tardaron tres días en desvelar el nombre de su hijo. Pero finalmente supimos que el bebé de Meghan Markle y el príncipe Harry se llama Archie Harrison Mountbatten-Windsor.
El nombre de pila ha dado para muchas risas. ¿Puede un royal llamarse Archie? El público apostaba por nombres como Albert o Spencer (el apellido de soltera de Diana de Gales). Pero los duques de Sussex sorprendieron con Archie, un nombre que suena demasiado coloquial para un miembro de la realeza.
Tampoco su segundo nombre, Harrison, se ha librado de las bromas, ya que puede interpretarse como «Harry’s son», (el hijo de Harry), que es lo que es el niño al fin y al cabo. ¿Era necesario dejarlo tan claro?
Los expertos dicen que Archie es un nombre de origen germánico que significa «valiente». Así que el niño se llama Valiente Hijo de Harry. Ahí es nada. Además, los padres han decidido no utilizar un título de realeza para su hijo, con lo cual será Archie Harrison a secas o Master Archie, como mucho, que viene a ser «Señorito Archie».
¿Y qué hay del apellido? Porque al decidir prescindir de un título real, el niño debe tener un apellido. Y en este caso ha de ser Mountbatten-Windsor.
Cuando coronaron a la reina Isabel le aconsejaron prescindir de Mountbatten, el apellido de su marido, para ella y sus descendientes. Aquello provocó la ira del Duque de Edimburgo.
Pero los consejeros de la reina insistieron. El apellido Mountbatten podía poner en peligro a la monarquía porque ponía de manifiesto el origen alemán de la familia real y los vínculos de algunos de sus miembros con los nazis.
Ahora, la decisión del príncipe Harry de ponerle apellido y no un título real a su hijo es un homenaje al duque de Edimburgo. Y seguro que ha caído como un jarro de agua fría para la reina Isabel.