La relación de Meghan Markle con la prensa británica no puede ser peor. Hace meses que la duquesa se encuentra en el punto de mira. Y es que los tabloides le afean muchos detalles de su comportamiento en público.
Seamos realistas. A los británicos les encanta la solemnidad, la pompa y el protocolo. Algo que la americana se empeña en romper en cada una de sus apariciones públicas.
Ha pasado ya a la historia las críticas que Markle recibió por cerrar ella misma la puerta de su coche oficial. Y la (mala) costumbre de la duquesa de acudir sin medias a los actos públicos. A los medios tampoco les gustó el bautizo privado de su recién nacido Archie. Ni los atuendos elegidos por Meghan en los últimos días, como cuando fue vestida con vaqueros a Wimbledon. Y todavía corren ríos de tinta sobre la enemistad entre ella y su cuñada Kate, a la que los periodistas ven como la perfecta heredera al trono.
Tampoco su marido, el príncipe Harry, se ha librado de las críticas. Y los medios aseguran que la relación con su hermano está prácticamente rota y critican la intención de los duques de Sussex de hacer su vida fuera de Reino Unido.
En fin, que la relación de Meghan Markle con la prensa parece no poder ir a peor. Aunque ya se sabe que todo, siempre, es susceptible de empeorar.
Desde que dio a luz a su hijo la duquesa no se ha reincorporado de forma oficial a su agenda. Aunque sí ha tenido varias apariciones públicas. La última, el estreno de El rey León, en la que coincidió con varios personajes del espectáculo, entre ellos Beyoncé.
En dicho estreno estaba también el cantante Pharrel Williams. Cuando le llegó el turno de saludar a los duques, les felicitó por su bonita relación de amor. La respuesta de Markle ha causado un terremoto que amenaza con destruir del todo la precaria relación de ella con la prensa. «No lo ponen nada fácil», fueron las enigmáticas palabras de Meghan.
¿Quién no le pone fácil ser feliz? ¿Quizás los medios de comunicación? ¿Puede que el propio establishment de la familia real? Las vagas palabras dan lugar a todo tipo de interpretaciones y son una metedura de pata importante. Una metedura de pata que los tabloides han considerado una declaración de guerra.
«Meghan, queremos quererte, pero TÚ no lo estás poniendo nada fácil con tu actitud de «pobrecita de mí» y tu paranoia real» titula el Sun.
El tabloide más leído del país le dedica unas durísimas palabras a la duquesa. E insisten en que Meghan tiene que dejar de protestar y quejarse sobre su vida. Y aseguran que Harry está deprimido, alejado de su familia y ocupándose solo de proteger a su mujer.
La mayoría del pueblo británico recibió el matrimonio «con los brazos abiertos», aseguran. Pero la buena voluntad hacia ellos podría desaparecer pronto «si no camban de actitud».
