Dicen que todo se pega menos la hermosura. Y a la novia de Cristiano Ronaldo se le debe haber pegado algo de los aires de grandeza que caracterizan al futbolista. Así lo aseguran los medios, que critican la actitud de diva de Georgina Rodríguez durante sus vacaciones en Cádiz.
Al parecer, Georgina se encuentra disfrutando sin el futbolista de unos días de vacaciones y relax en un hotel de lujo de Sancti Petri. La acompañan un grupo de amigas y los hijos que tiene con Cristiano. Además, también están con ella las 24 horas del día su equipo de representantes y su seguridad privada.
Y Pepe, el gato egipcio que se acaba de comprar y que lleva a todas partes con ella. Según la prensa del corazón, la actitud de diva de Georgina Rodríguez comenzó antes incluso de llegar al resort. Y ha puesto al personal del hotel entre la espada y la pared.
En primer lugar, la modelo exigió que le dejaran llevar al gato con ella, aunque los animales no están permitidos en las instalaciones. La cadena decidió aceptar a Pepe, habida cuenta de lo que pagará Georgina por su estancia allí. Así que el resto de clientes se han tenido que acostumbrar a que el gato vaya con ella a la piscina y el personal del hotel le ha tenido que buscar comida especial al animal.
Pero eso no ha sido todo. Porque parece que Georgina no ha querido que los niños se mezclen con los otros clientes del hotel. Y para ello ha exigido que se instale una piscina hinchable en su terraza y que cubrieran todo el suelo de césped artificial. Todo, para que los pequeños pudieran jugar en privado, sin ser reconocidos por los demás clientes.
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Según la revista Semana Georgina se está quedando en un apartamento de lujo por el que paga la friolera de 2.500 euros la noche. Y que además de la terraza dispone de varias habitaciones enormes, varios baños y un jacuzzi. También hay una cocina, aunque intuimos que Georgina no estará utilizando ella misma.
Los miembros de su equipo de seguridad privada duermen en las habitaciones simples de las que dispone el hotel. Pero tampoco estas son baratas, ya que su precio ronda los 600 euros por noche.
Se podría pensar que en un resort de lujo como ese Georgina estaría cómoda. Pero sus exigencias también han afectado a la decoración de los espacios. Al parecer, la novia de Cristiano también ha pedido que se cambiaran los muebles y cuadros y que se pusiera una decoración de estilo oriental en su apartamento. Y que se encendieran incienso y velas para crear un ambiente en el que ella se pudiera relajar y sentir como en casa.
Si la actitud de diva de Georgina continúa, terminará siendo incluso más exigente que Cristiano. Y mira que eso parecía casi imposible.