Famosos que eligieron un confinamiento voluntario

Famosos que dejaron de salir de casa y pasaron años encerrados, confinados voluntariamente y alejados del exterior. Puede parecerte increíble, pero todas estas historias son reales.

Más de un mes sin salir de casa y ya has pasado por casi todas las fases de la locura. Has limpiado sobre limpio, has entrenado como si fueras a competir en los Juegos Olímpicos y te has puesto a hornear pan y pasteles como si se fuera a acabar el mundo.

Pasan los días y cada vez te resulta más difícil ver la luz al final del túnel. Por eso, resulta imposible creerse que haya gente que elija confinarse de forma voluntaria.

Y sin embargo, estas historias de famosos que dejaron de salir de casa un día para vivir encerrados durante años son ciertas. Alucina.

Diana Vreeland

El mundo de la moda tal y como lo conocemos no sería igual si no hubiera existido Diana Vreeland.

Editora de Harper’s Bazaar y Vogue, es hoy por derecho propio toda una institución en el mundo de la moda. El gran mito de Jackie Kennedy se lo debemos en parte a sus consejos de estilo. Y haber podido disfrutar en la pantalla de la enigmática Lauren Bacall también, porque fue Vreeland quien la descubrió.

Vreeland nos dejó un legado estético inigualable sin apenas salir de su apartamento neoyorquino.

Maria Callas

La voz más prodigiosa que ha dado la humanidad era un portento sobre el escenario, y al mismo tiempo un ser se una fragilidad extraordinaria.

Sus problemas psiquiátricos y su abuso de medicamentos empeoraron cuando el magnate Aristóteles Onassis, del que Callas se enamoró perdidamente, la abandonó de forma súbita por Jackie Kennedy, la viuda del presidente de Estados Unidos.

Maria Callas nunca superó aquel abandono. La soprano pasó sus últimos años recluida en su piso de París, alejada incluso de sus amigos, a los que tampoco recibía en su casa y cuyas llamadas telefónicas apenas contestaba.

Stanley Kubrick

A lo largo de toda una vida dedicada al cine, Stanley Kubrick rodó solamente rodó 13 películas. Y es que Kubrick prestaba atención casi enfermiza a los detalles más pequeños, en cada una de las escenas.

El resultado son algunas de las mejores películas de la historia del cine, cuidadas hasta el extremo.

Kubrick apenas salía de la casa de campo en la campiña inglesa en la que se instaló en los años 60. Allí pasaba gran parte del tiempo, saliendo muy poco a la calle, nunca viajando a ningún lugar, organizando desde allí sus rodajes. Y allí murió en 1999, sin que le diera tiempo a ver estrenada su última cinta, Eyes Wide Shut.

Syd Barrett

El alma de Pink Floyd, el músico abandonó la banda que había fundado solo tres años después, cuando el éxito empezaba a asomar por debajo de la puerta.

Los abusos de alucinógenos, unidos a su timidez y su inestabilidad mental hicieron que Barrett no fuera capaz de lidiar con el éxito y la fama y se retiró a vivir en casa de su madre en Cambridge, donde murió en el 2006, dejando para la historia el que quizás es el mejor grupo de rock que ha existido jamás.

Greta Garbo

De ser una de las más grandes y celebradas estrellas del cine a vivir recluida en su casa de Nueva York. Greta Garbo se retiró del cine antes de cumplir los 40 años y eligió alejarse para siempre de los focos y la fama.

Pasó la última mitad de su vida encerrada en su apartamento de Nueva York, relacionándose con muy poca gente y rechazando todas las entrevistas con la prensa.

Bettie Page

Bettie Page fue apodada «la reina del Pin-Up». Sin embargo, el mito sexual decidió dar un giro completo a su vida y pasó de las fotos picantes de los años 50 a convertirse al cristianismo y ejercer como misionera en África en los años 60.

Después, vinieron las depresiones, su internamiento en un psiquiátrico, el diagnóstico de esquizofrenia y su reclusión hasta su muerte.