Con la renuncia del Rey Felipe VI de la herencia de su padre, el Rey emérito Juan Carlos I, la Casa Real deja en evidencia los posibles fraudes en los negocios que Juan Carlos I tenía en el extranjero. ¡Hoy en Qué Famosos te lo contamos todo!
No sólo la herencia…
El Rey Felipe VI ha renunciado a la herencia que le correspondería en caso de que Juan Carlos I, Rey emérito, falleciese. Además, no solo le ha bastado con renunciar a dicha herencia, sino que le ha retirado la asignación correspondiente que se establece en los presupuestos de la Casa del Rey – unos 200.000 euros al año aproximadamente-.
La Casa Real emitió un comunicado el pasado domingo 15 de marzo en el que explicaba los detalles de manera extensa. Una manera, quizá a la vista de muchos, de salir del paso, ya que esta herencia señalaba a Felipe VI como beneficiario de diversas fundaciones en el extranjero – Lucum y Zagatka-.
¿Disipando la noticia en la realidad que vive nuestro país?
No sabemos si será casualidad o no, pero ha pasado más de un año desde que Felipe VI es conocedor de su posición privilegiada en las herencia de su padre.
Por todos es sabido que nuestro país está atravesando una casuística excepcional: el estado de alarma. Todos estamos confinados en nuestros domicilios sin poder salir al exterior, preocupados por nuestros seres queridos, por nosotros, por el mundo en su conjunto.
¿Es casualidad que hayan decidido dar la noticia de la renuncia de la herencia y eliminación de la asignación a Juan Carlos I? Lo dejamos a vuestro juicio.
¿Felipe VI puede renunciar a la herencia de Juan Carlos I?
Sobre el papel sí, pero prestando atención al Código Civil, ninguna persona puede renunciar a una herencia hasta que la persona en cuestión fallece. Esto queda recogido en el artículo 991 del mismo. Por tanto, el Rey Felipe VI no puede renunciar a la herencia de su padre Juan Carlos I, ya que esta ley afecta a todos por igual, y el rey no va ser una excepción.
Por tanto, podemos quitarnos el sombrero éticamente ante esta renuncia, pero os adelantamos que no va a ser efectiva, no se puede llevar a cabo.
